sábado, 15 de noviembre de 2014

No quiero olvidar

Hacía mucho tiempo que no utilizaba la escritura como forma de expresión de mis sentimientos. Por un motivo o por otro, me he visto en la necesidad de hacerlo. Quiero escribir esto para asegurarme que nunca olvide lo que ahora mismo siento.

No quiero olvidar la primera vez que te vi. Como tu decías, “solo se puede crear una primera impresión una vez”. Caminabas, seguro de ti mismo, relajado, como si tuvieras todo que ganar y nada que perder.

No quiero olvidar lo que sentí al sentarme junto a ti. Ni nos miramos ni nos rozamos, pero tu olor y presencia eran suficientes para hacerme sentir inquieta. Vi tu nombre escrito sobre el papel y ni en mis mejores sueños imaginé la historia que a partir de ese día escribiríamos juntos.

No quiero olvidar tus sonrisas. Cuando yo te hacía reír. Te hacían gracia mis faltas gramaticales, mis preocupaciones y mis gestos. Te reías de lo mona y adorable que te parecía.

No quiero olvidar tus miradas. Cuando creías que yo no me daba cuenta, cuando cenábamos y atentamente me observabas, cuando me mirabas como si fuera la mujer más hermosa que hubieras visto jamás.

No quiero olvidar tus palabras. Tu empeño en demostrarme que de verdad sentías algo por mi, que tus intenciones eran honestas. Ni siquiera cuando decías que estabas viviendo el mejor momento de tu vida. Nunca me lo creí, pero el hecho de que en ese momento, embriagado por la situación dijeses eso, conmovió gran parte de mi ser.

No quiero olvidar todo lo que me has hecho sentir. Derribaste los muros que yo misma construí y lograste establecerte en mi vida, pese a lo difícil que te lo he puesto. Me recordaste lo que es sentirse admirada, valorada, querida, apreciada…me recordaste lo que es sentirse mujer.

No quiero olvidar que me dijeses que soy egoísta, infantil, fría, terca y desagradecida. Me demostraste que aun siendo  imperfecta tú querías estar a mi lado.

No quiero olvidar las cosas que me regalaste y el significado que tenían cada una de ellas. Aquel bolso que me demostró que a pesar de la distancia no dejaste de pensar en mí en esas navidades, los pendientes junto a la frase “quiero estar presente en todos los momentos importantes de tu vida”, y el reloj que según tú iba acorde a mi estilo elegante además de la suerte que me traería en mi carrera profesional.

No quiero olvidar ese verano contigo. En el que cada día consistía en disfrutar el tiempo juntos, entrelazar nuestros dedos, largos paseos, jornadas playeras y cenas románticas.

No quiero olvidar tu olor, tus caricias, tus abrazos, tus hombros, tus manos, tu boca, tus besos.

No quiero olvidar nuestra primera excursión juntos. No quiero olvidar ese helado que nos comimos en aquel día lluvioso ni todas las veces que cogimos el transporte público porque no disponíamos de otro medio. Tampoco me olvidaré de los viajes que hicimos juntos ni el tiempo que pasamos en ellos.

No quiero olvidar cada una de las discusiones que hemos tenido. Siempre lograbas que cada vez te quisiera incluso más de lo que ya lo hacía.

No quiero olvidar todas las historias de tu vida que me has contado. No quiero olvidar cada uno de los abrazos que me diste mientras me hacía la dormida. No quiero olvidar tus ganas de luchar por mi.

No quiero olvidar lo mucho que te he querido. No quiero olvidar lo mucho que he cambiado por ti. No quiero olvidar lo que me has hecho sentir a tu lado. No quiero olvidar la confianza que depositaste en mí. No quiero olvidar las esperanzas que tenías en mi y en un futuro juntos.

No quiero olvidar que una vez compartimos una historia. No quiero deshacerme de los mejores recuerdos que tengo de ti. No quiero olvidar que fuiste un regalo en el momento menos esperado. No quiero olvidar lo mucho que disfruté cada segundo a tu lado.

No quiero olvidar que me sobran las palabras, historias, momentos, besos, miradas, deseos, sentimientos y recuerdos para describir todo lo que no quiero olvidar de ti,

No quiero olvidar nada de ti.