sábado, 3 de septiembre de 2011

Esperanza





¿Qué sería de nosotros sin ella? ¿Viviríamos, reiríamos, soñaríamos? Yo creo que no.
Una vez me dijeron:“ no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Por la misma regla de tres, pienso: “haz por los demás lo que te gustaría que hicieran por ti”.
La vida es un camino de baches y obstáculos que tenemos que superar. Más difícil aún, vamos por la vida y de repente..zas!, algo con que no contábamos nos acecha. El problema se agrava cuando el tiempo pasa y nos quedamos estancados en el que parece un pozo sin fondo…
Hasta que de repente, unos años, unas semanas o unos días después, hay “algo” que parece que nos alumbra el camino. Ese algo, es la esperanza. No importa cómo ni por qué. No sabemos qué ni quién. Ni siquiera reconoceremos que la tenemos delante. Porque sólo la pedimos cuando creemos que no tenemos nada más.
Ese preciado tesoro, que nos mueve, que hace que vivamos, que soñemos, que riamos, no podemos regalárselo a nadie. No porque no queramos, sino porque no es un objeto tangible que podamos envolver y regalar.
Cuando alguien que queremos está hundido, nuestro deber es ayudar, escuchar y aconsejar. Devolver la ilusión, esas ganas de vivir. Dar salida a ese tránsito oscuro. Porque en esta vida todo merece la pena. Los malos y buenos momentos. Los malos para recordarnos que existen los buenos  y enmendar nuestros errores, y los buenos para ser felices.
No me gusta verte así. Tú fuiste quien no me juzgaste hace un año. Quién me aconsejaste. La que me dijo que estaba ahí para lo que yo quisiera. Quién me animó. Quién se preocupó. Quién me devolvió la esperanza.
Yo seguiré aquí. Para recordarte que existe. Que te aferres a ella. Que no lo veas todo negro. Que rías, llores y sueñes conmigo. Porque tú eres tú. Única. Si otros no te saben valorar, tranquila, yo estaré aquí, para secar tus lágrimas, recordarte que ahí afuera hay un mundo que está esperando conocerte y para darte esperanza.
Porque ella está ahí. Aunque tú no la veas. No recuerdes malos momentos del pasado. Quédate con los buenos. Mira hacia adelante. Ríete de mí, de ellos…sólo ríete. Nos trasmites bienestar cuando lo haces.
Tal vez no lo sepas, pero eres la referencia para muchas personas. Eres la esperanza para todas ellas. Acuérdate siempre.
Sonríe a la vida. Querida amiga, ten esperanza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario